Seguramente sabrás que hacer ante un ataque al corazón que experimente otra persona (reanimación cardio-pulmonar), pero en la mayor parte de los casos, la persona que tiene el ataque al corazón está sola y lo que haga en esos momentos previos al ataque será decisivo para vivir o para morir.
El ataque al corazón se caracteriza por un fuerte dolor en el pecho que se va extendiendo por el brazo izquierdo y sube por la mandíbula. Suelen pasar diez segundos desde que empieza ese agudo dolor hasta que se pierde el conocimiento por lo que comenzamos a actuar contrareloj.
Comienza a toser, pero no de forma superficial, el aire debe llegar a lo más profundo de los pulmones y después salir de forma rápida contrayéndose el pecho. De esta manera estaremos haciendo dos cosas esenciales, por un lado estaremos surtiendo a nuestros pulmones de un oxígeno muy valioso que nos comienza a faltar y por otro estamos haciendo que con cada fuerte tos el pecho se contraiga y el corazón con él, por lo que el bombeo de sangre comienza a ser más constante y puede volver a recuperar su ritmo normal.
Sin embargo, esto no te salva de una visita al hospital, por lo que, tras recuperarte un poco ve directamente al centro sanitario más cercano para que puedan evaluarte y decidir si debes tomar laguna medicación.
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